25 marzo 2016

MIQUEL BARCELÓ EN PARÍS

La capital francesa acoge desde el 21 de marzo dos exposiciones en homenaje al pintor mallorquín Miquel Barceló. Bajo el título de Sol y sombra permanecerán en la Biblioteca nacional de Francia y en el museo Picasso hasta los meses de julio y agosto.

Para la biblioteca, Barceló ha creado un enorme mural de barro y cristal en una de las cristaleras de los pasillos del ala oeste, realizada por el arquitecto Dominique Perrault en 1996, una obra monumental y efímera ya que será borrada a partir del 28 de agosto.

Para realizar esta obra, de 190 metros de largo por seis de alto, se ha inspirado en las pinturas rupestres y al igual que en ellas ha trabajado con las manos, los dedos o punzones, dibujando directamente sobre el barro fresco cabezas de toros, esqueletos humanos y de animales, tiburones, pájaros... creando una obra viva que cambia según la luz que recibe en cada momento del día.

El artista mallorquín eligió dos títulos para esta obra, Vidre de meravelles, inspirado en la obra del filósofo mallorquín Ramon Llull, de quien en este año se celebra el 700 aniversario, Llibre de meravelles y Le Grand Verre de terre, en alusión a Le Grand Verre (El gran vidrio) de Duchamp.

Junto a esta gran vidriera se muestran también diversas estampas, dibujos, cerámicas, esculturas y pinturas.


En cuanto a la exposición en el Museo Picasso que podrá visitarse hasta finales de julio, consta de un centenar de obras, posteriores a 1990, entre pinturas, bronces, cerámicas, dibujos y aguafuertes cuyo hilo conductor es el taller del artista y en la que se busca su unión al pintor malagueño Pablo Picasso. Exposición para la que también ha realizado una obra concebida expresamente Mur de briques, un muro creado a partir de ladrillos y cerámicas.

18 marzo 2016

LAS SIETE MARAVILLAS DEL MUNDO ANTIGUO

En Egipto estaban la gran pirámide de Giza y el faro de Alejandría, en Olimpia, Grecia, la estatua de oro y marfil de Zeus, en Babilonia los jardines colgantes, en Turquía el templo de Artemisa, en Éfeso, y el sepulcro de Mausolo y en la isla de Rodas el Coloso. De todas ellas sólo queda una en pie, el resto fueron destruidas, saqueadas o simplemente desaparecieron bajo nuevas construcciones.

Jardines colgantes de Babionia,
M. Van Heemskerck 
La idea de crear listas enumerando, lo que muchos cronistas y viajeros consideraban grandes maravillas del arte y la arquitectura, proviene de la época de Grecia y Roma. Estas listas se realizaban como “guías de viaje” dirigidas a los viajeros en las que se detallaban los lugares que no podían dejar de visitar.

Aunque las construcciones que hoy en día reconocemos como las siete maravillas quedarían establecidas mucho más tarde.

En cada época se realizaron diferentes listas, dando prioridad a unos monumentos sobre otros según el gusto, la moda o la política del momento. Una de las primeras de estas listas conocidas fue la elaborada por Filón de Bizancio en el siglo III A.C., un escritor griego que pasó gran parte de su vida estudiando los documentos de la biblioteca de Alejandría, y que seguramente nunca llegó a contemplar ninguno de los monumentos que describió, a diferencia de Herodoto de Halicarnaso, considerado uno de los primeros historiadores y gran viajero, y que en el siglo V A.C. realizó también una lista sobre los grandes monumentos que todo viajero debía visitar. En las listas realizadas en esta época destacaban sobretodo los monumentos de origen heleno.

Pirámide de Giza, M Van Heemskerck
En la Edad Media por el contrario, se incluyeron monumentos de origen bíblico, como el arca de Noé o el Templo de Salomón en Jerusalén. En la lista que realizó el monje inglés Beda el Venerable, De septem mundi miraculis, incluía construcciones romanas y, a diferencia de los los escritores anteriores a él, descartaba las pirámides.

La lista con las siete maravillas que conocemos hoy en día empezó a gestarse durante el renacimiento, cuando occidente fijó su mirada en la época clásica, los eruditos renacentistas tuvieron en gran consideración las construcciones de aquella época, aunque aún había algunas diferencias, como la inclusión de las murallas de la ciudad de Babilonia en lugar de los jardines colgantes.

Algo que se mantuvo a lo largo de la historia fue la inclusión constante de siete monumentos ya que el número siete ha sido, y sigue siendo, en muchas culturas un número sagrado y completo.

Coloso de Rodas, M. Van Heemskerck
La lista definitiva se crearía en el siglo XVI, a partir de los grabados realizados por el pintor holandés Maerten Van Heemskerck. La elección se realizó básicamente por estética, a partir del gusto del artista que creó unas imágenes que nos han llegado hasta hoy en día y con las que asociamos algunos de los monumentos desaparecidos, aunque en algunas ocasiones estén lejos de la realidad, como la representación del coloso de Rodas, una gran estatua a horcajadas en la entrada del puerto de la ciudad, algo técnicamente imposible para la ingeniería de la época, incluso para la actual.

Los rasgos que definen las construcciones que forman parte de la lista son básicamente el tamaño, todas son de grandes dimensiones, constituyen un maravilloso ejemplo de arquitectura y por último son grandes logros de la ingeniería humana.

11 marzo 2016

HIPERREALISMO

El hiperrealismo nació a finales de la década de 1960 en Estados Unidos, a partir de un grupo de artistas que representaban con gran detallismo objetos, paisajes y escenas de la vida cotidiana.

Surgió a partir del pop art con el que comparte su gusto por la iconografía kitsch, la sociedad de consumo, los escaparates, restaurantes de comida rápida, automóviles... representado todo ello con un cierto tono de ironía, y en contraposición al expresionismo abstracto y el minimalismo.

En 1969 Louis K. Meisel, marchante de arte, lo bautizó con el nombre de photorealism (fotorrealismo), con este término se refería a los artistas que utilizaban la fotografía como base para realizar sus obras.

Los artistas tomaban fotografías y posteriormente las trasladaban a un lienzo, ayudándose de métodos mecánicos como la proyección de diapositivas. Reproducían meticulosamente la forma, la luz y el color, procurando no dejar ningún rastro de la pincelada, dando como resultado una obra cuya nitidez producía una ilusión fotográfica.

La consagración de este movimiento tuvo lugar en la documenta 5 de Kassel en 1972, dirigida por Harald Szeemann, y desde entonces muchos artistas han continuado trabajando con esta técnica.


TKTS Line (2005), R. Estes
Telephone Booths (1968), R. Estes
Banana Split Sundae (1981), A. Flack
100 Points When Lit (1981), C. Bell
Dazzling Dozen (1994), C. Bell
View of the Vtlava (2004), C. Head
Dream of Love (2005), G. Tutor
Hora punta (2009), D. Jacot
Il Diamante (2010), R. Bernardi
La hora del té (2015), M. Torres Gurza
Sensazioni D. Fazio
Nessuno mai D. Fazio


04 marzo 2016

HIERONYMUS BOSCH, EL BOSCO

En una fecha que desconocemos entre 1450 y 1460 nacía en Hertogenbosch (Holanda) Jeroen Van Aken, hijo y nieto de pintores, seguramente procedentes de Amberes, que se habían instalado en la pequeña ciudad en 1431.

El Jardín de las Delicias 
El joven Jeroen aprendió el oficio de pintor en el taller paterno, su nombre aparece por primera vez vinculado al de su padre en 1475 cuando la cofradía de Nuestra Señora encargó un retablo al escultor Adriaan Van Wesel para una capilla en la colegiata de la ciudad.

En 1478, tras la muerte de su padre, el taller fue heredado por su hermano mayor, quien según los estamentos gremiales era el único que tenía derecho a utilizar el apellido de la familia. Debido a esto tuvo que adoptar un nombre artístico, decidió latinizar su nombre, convirtiéndo Jeroen en Hieronymus y como apellido adoptó el nombre de su ciudad natal, simplificándolo en Bosch (en España se castellanizaría a El Bosco).

Poco después, en 1481, se casó con Aleyt Van Meervene una joven de buena posición, lo que le permitió ascender socialmente a la alta burguesía y le permitió una mayor libertad a la hora de elegir los temas de sus obras.

La extracción de la piedra
de la locura
Estos primeros años (1475 - 1485) son considerados como los de su primera etapa. Unos años muy productivos con una clientela formada por burgueses, clérigos, nobles y la Hermandad de Nuestra Señora, cofradía religiosa dedicada a la Virgen en la que el Bosco fue admitido en 1486.

En las primeras obras que realizó, al igual que muchos artistas contemporáneos, tomó la Biblia como fuente de inspiración, aunque también encontramos obras como La extracción de la piedra de la locura (1490) y El prestidigitador (hacia 1502), en las que ya se manifiesta su singular personalidad. 

Entre 1485 y 1505 se daría su segunda etapa, en la que su trabajo como pintor empieza a reportarle fama internacional, en 1504 recibió de Felipe el Hermoso el encargo para realizar un Juicio Final, posiblemente un tríptico, hoy desaparecido.

Es en esta etapa donde encontramos el humor y el simbolismo característico de el Bosco, derivado de la época en la que le tocó vivir, los últimos años de la Edad Media, en los que aún se mantenían las creencias en la brujería, la alquimia, los bestiarios y sobretodo el miedo a la condenación tras la muerte.

El Bosco aborda el tema del pecado y de los terribles castigos que esperan a los pecadores en muchas de sus obras, como en El jardín de las delicias (1500 - 1505) o El carro de heno (¿1500 - 1516?), en los que representa su excepcional visión del infierno y la condenación a través del humor satírico y la simbología. En algunas ocasiones el extenso uso que hace de los símbolos contemporáneos representa una gran dificultad, ya que actualmente se ha perdido el significado de estos, aunque no es la única, El Bosco, por alguna razón que desconocemos, prefirió no fechar sus trabajos y sólo firmó algunos, por lo que se hace difícil establecer la autoría de sus obras y realizar una cronología de su trabajo.
El carro de heno
La finalidad de sus obras es moralizante, una de las características por las que Felipe II apreciaba tanto su arte. Sus pinturas son una advertencia a la humanidad de que los pecados llevan a la condenación, representada por el infierno y las criaturas que lo habitan.

Cristo con la cruz a cuestas
Estas criaturas grotescas son una de las características más llamativas en las pinturas de el Bosco junto con la representación de paisajes oníricos. En algunas ocasiones se ha hecho referencia al uso de alguna sustancia alucinógena como medio de inspiración para la creación de estos mundos, nada más lejos de la realidad ya que la gente de la época estaba habituada a ellas, se encontraban en los bestiarios, en los capiteles, metopas o tímpanos románicos, como advertencias.

La tercera y última etapa de su carrera duraría hasta su muerte en 1516, en estos últimos años retomó la temática con la que inició su carrera representando escenas de la vida de santos y sobretodo de Jesús como en Cristo con la cruz a cuestas (1515).

Tras su muerte su fama no disminuyó influenciando a artistas posteriores como Pieter Brueghel el Viejo y convirtiéndose en un claro antecedente para los artistas surrealistas y expresionistas como James Ensor.