27 mayo 2016

GERDA WEGENER

Gerda Wegener fue una pintora e ilustradora de moda danesa, recientemente más conocida por la película La chica danesa, un relato biográfico en el que se narra la transición de su marido, el también artista Einar Wegener, a mujer.

Nació el 15 de marzo de 1886 en Hammelev, Dinamarca, siendo la única hija que llegó a edad adulta del matrimonio formado por Justine y Emil Gottlieb. Su infancia transcurrió en provincias, en el seno de una familia conservadora, su padre era vicario en la iglesia católica y el arte, en el que destacó desde muy joven, se convirtió en una vía de escape.

A los 17 años se trasladó a Copenhague para inscribirse en la Real Academia de Bellas Artes, donde conoció al artista Einar Wegener, posteriormente Lili Elbe, con quien se casó en 1904, cuando ella contaba 18 y él 22 años.

Retrato de Ellen Von Khol (1908)
Poco después de graduarse en la academia, en 1907, Gerda se vio envuelta en una controversia cuando su obra Retrato de Ellen Von Khol fue rechazada en la exposición organizada por el diario danés Politiken, ya que la obra se convirtió en el centro de las disputas entre los partidarios del realismo y naturalismo, y los defensores del simbolismo. Este hecho, sin embargo, en lugar de repercutirle negativamente le reportó una mayor atención de la crítica y el público, y al año siguiente ganaría un concurso organizado por el mismo diario.

En 1912, tras varios años viajando por Italia y Francia, el matrimonio decidió instalarse en París, donde Gerda empezó a trabajar como ilustradora para varias revistas de moda, como Vogue o La Vie Parisienne, convirtiéndose en poco tiempo en una de las mejores ilustradoras de moda de su época.

Al mismo tiempo continuó con su carrera como pintora, realizando retratos y acercándose al mundo del erotismo y la sexualidad femenina, lo que la llevó a trabajar como pintora e ilustradora para varias publicaciones eróticas.

Una de las modelos preferidas de Gerda para sus retratos, era una joven de pelo corto, ojos almendrados y vestidos sofisticados y elegantes. Sorprendiendo a todos en 1913 cuando se descubrió que el modelo para estas obras había sido su marido.

Einar se había convertido en su modelo favorita cuando un día, en el que la modelo con la que trabajaba no pudo asistir a la sesión, Gerda lo vistió con una peluca y un vestido para poder acabar la obra. Para Einar este momento marcó el inicio de su transición a Lili, transición en la que siempre contaría con el apoyo de su mujer.

A partir de entonces Lili empezó a vivir abiertamente como mujer, y la pintura de Gerda tomó un camino mucho más sexual. Sus imágenes de mujeres desnudas y en poses sugerentes provocaban a menudo protestas debido a su tema abiertamente sexual, lo que le reportó gran popularidad.
Ilustraciones para La Vie Parisienne (1914)
En la década de los años treinta la vida de la artista sufrió varios reversos, tras el cambio de sexo de Lili su matrimonio fue anulado por el rey de Dinamarca y al año siguiente, en 1931, esta moría debido a las complicaciones de una de las muchas operaciones a las que se había sometido.

Retrato de Lili Elber (1928)
Gerda quedó devastada tras la muerte de Lili, pero poco después rehízo su vida casándose con el oficial italiano Fernando Porta, diez años menor que ella, con el que se trasladó a Marruecos. En este país intentó retomar su carrera pictórica, pero entre los problemas en su matrimonio y los problemas económicos derivados de la mala gestión de su marido decidió regresar a Dinamarca en 1938.

Expuso por última vez en 1939, ya sin apoyos y con un arte que había pasado de moda y perdido su popularidad e innovación. Completamente sola, comenzó a beber en exceso y a vivir de postales que pintaba a mano.

Murió en julio de 1940, recordada solo por una pequeña esquela en un diario local.

20 mayo 2016

EL COLOSO DE RODAS

A finales del siglo IV A.C., tras la muerte de Alejandro Magno sus generales se enfrentaron en una lucha para conseguir un trozo de su imperio.

El general Antígono monóftalmo, se proclamó rey de un territorio que se extendía por gran parte de la actual Turquía, Siria e Israel, mientras que Ptolomeo, también general y amigo de Alejandro, se apoderó de Egipto e inició una guerra contra Antígono para controlar la costa de Siria-Palestina.

En el marco de esta guerra Antígono exigió a la isla de Rodas, que se había mantenido como aliada anteriormente, su ayuda mediante el envío de barcos, pero en esta ocasión, a Rodas, que era una isla dedicada al comercio, no le interesaba entrar en una guerra contra Egipto ya que controlaba el tráfico de mercancías que provenía del Mar Rojo y el Golgo Pérsico por lo que decidió mantenerse neutral.

Ante la negativa de la ayuda, en el 305 A.C. Antígono mandó a su hijo Demetrio al mando de una gran flota para conquistar la isla.

A su llegada ordenó construir varias máquinas de guerra como litogolos, ballestas y la Helépolis, una torre de asedio de más de 40 metros de altura llena de máquinas de guerra.

Aprovechando que gran parte de las fuerzas de Antígono se encontraban en Rodas, otros reinos como Tracia y el imperio Seléucida decidieron atacarlo por lo que Demetrio y sus hombres tuvieron que regresar, dejando las máquinas que habían construido abandonadas en la isla.

Los habitantes de la ciudad lo recuperaron todo y lo vendieron, consiguiendo 300 talentos, una fortuna para la época, y agradecidos por haberse salvado de una conquista segura decidieron construir una estatua en honor a su divinidad protectora, Helios, dios del sol.

Las obras para su construcción empezaron enseguida y duraron 12 años, en los que se emplearon 12 toneladas de bronce y 9 de hierro, además de varias toneladas de piedra para la base.

La estatua, encargada al escultor Cares de Lindos, discípulo de Lisipo, alcanzaba los 35 metros de altura. Estaba formada por un armazón de hierro y recubierta con planchas de bronce, en las piernas, donde debía sostener el peso del armazón, las planchas eran más gruesas y a medida que se subía eran cada vez más finas, para tratar de hacer la parte superior de la estatua lo más ligera posible.

No se sabe con exactitud la postura que debía tener, pero lo que es seguro es que no tenía un pie en cada lado de la entrada del puerto. Todo parece indicar que tenía las piernas juntas, apoyadas sobre una única base y seguramente detrás de una de las piernas debía tener un tronco o un ropaje que le servía de apoyo para sostener parte de su peso.

La parte superior ofrece más dudas, aunque es casi seguro que llevaría una diadema de rayos de sol, atributo del dios Helios, pero ninguna de las descripciones de la antigüedad nos permiten saber como tenía los brazos, así como tampoco nos dicen donde se situaba.

Tradicionalmente el coloso se ha situado en el puerto de la ciudad de Rodas, aunque hay quienes piensan que es más probable que se erigiera en la acrópolis, en la parte alta de la ciudad, lo único que se sabe con seguridad es que estaba en tierra firme.

Apenas 70 años después de su construcción, en el 226 A.C., un violento terremoto sacudió la isla y la estatua se rompió a la altura de las rodillas desmoronándose y quedando los trozos esparcidos alrededor de su base (una de las razones por las que se sabe que no podía haber estado en la entrada del puerto, ya que los fragmentos hubieran caído al mar).

Ptolomeo III se ofreció para pagar la reconstrucción del coloso, pero los rodios tras el desmoronamiento de la estatua de su dios protector, se volvieron supersticiosos y enviaron primero una embajada al oráculo de Delfos. Este les dijo que debían dejar los restos en el lugar en el que habían caído, y allí los dejaron.

A través de dos crónicas medievales sabemos que los restos del coloso permanecieron esparcidos durante 800 años, hasta que a mediados del siglo VII, los musulmanes conquistaron la isla y decidieron venderlos como chatarra para reaprovechar el hierro y el bronce.


13 mayo 2016

MAUSOLEO DE HALICARNASO

En el año 377 A.C. Mausolo heredó de su padre, Hecatomno, el gobierno de la satrapía de Caria en el imperio persa.

Uno de sus primeros mandatos como gobernante fue el traslado de la capital de Milasa a Halicarnaso, ciudad que embelleció mediante la construcción de grandes obras arquitectónicas como nuevas murallas, mejoras en el mercado y su obra más importante, su tumba.

Mausolo eligió una zona cerca del centro de la ciudad para su construcción que se inició en el año 353 A.C., el mismo año de su muerte. Su esposa y hermana, Artemisia II, se hizo cargo del gobierno y de las obras, aunque tampoco pudo ver la tumba finalizada, ya que falleció dos años después que su marido. Algunas fuentes cuentan que los trabajadores, sabiendo que lo que estaban construyendo era una obra importante, continuaron trabajando en ella sin cobrar un sueldo hasta que la acabaron en el año 350 A.C.

De hecho era tan impresionante que ya en el siglo IV A.C. era considerada una de las siete maravillas.


Seguía los modelos de construcciones funerarias propias de la zona de Asia Menor, pero con unas dimensiones extraordinarias. Se conservan los nombres de los arquitectos que la construyeron Sátiro de Paros y Piteo y también se sabe que en la decoración escultórica participó Escopas, uno de los mejores escultores de la época.

Estaba formada por tres cuerpos, construidos en ladrillo y recubiertos de mármol proconnesio, lo que hacía que brillase. La cámara funeraria se encontraba a nivel de suelo, decorada con un relieve que narraba una amazonomaquia, la lucha entre los héroes griegos y las amazonas. En el nivel superior se encontraban 36 columnas jónicas decoradas con grandes estatuas de las que se conservan algunas. Entre ellas las de un hombre y una mujer que aparecieron sobre la entrada principal de la tumba, y que se suelen identificar como Mausolo y su esposa.

La cúspide de la tumba estaba decorada con una pirámide y en lo alto se encontraba la escultura de una cuádriga tirada por cuatro caballos, se conserva uno de los caballos.

Era tan espectacular que los griegos empezaron a llamar a la tumba el mausoleo, es decir la tumba de Mausolo, y a partir de entonces este nombre se usó para referirse a un monumento funerario de extraordinarias dimensiones

Aunque el edificio fue saqueado varias veces durante la antigüedad, era tan sólido que permaneció en pie durante toda la Edad Antigua e incluso la Edad Media. En el siglo XV un terremoto le causó importantes daños, pero fue en 1522 con la llegada de los caballeros de la orden de Malta que la tumba desapareció.

La orden se había apoderado de parte del suroeste de la actual Turquía, incluyendo la ciudad de Halicarnaso, y necesitaban construir una fortaleza para su defensa, el castillo de San Pedro de Halicarnaso, y para ello se sirvieron de los materiales del mausoleo. Entre las paredes del castillo se han encontrado restos de los relieves que decoraban el mausoleo, el resto se ha perdido ya que era usual machacar y quemar el mármol de antiguas construcciones para obtener cal.

Ruinas del Mausoleo de Halicarnaso

06 mayo 2016

ARTE INACABADO II

· Delegación del tratado de París (1783-1784), B. West


La obra debía representar a los delegados de Estados Unidos y Gran Bretaña que firmaron el tratado de París, que puso fin a la guerra de independencia en septiembre de 1783. Pero debido a la derrota de su país los delegados británicos se negaron a posar por lo que el retrato no se pudo terminar.

· Retrato inacabado de Napoleón (1797), J.L. David 



Napoleón Bonaparte se negaba a posar para ser retratado, ya que lo consideraba una gran pérdida de tiempo. En 1798 Jacques-Louis David consiguió que posara para él, pero las tres horas que consiguió que el nervioso e impaciente Napoleón estuviese quieto, no fueron tiempo suficiente para poder crear una imagen decente y el artista prefirió no concluir su obra.

· Madonna de Manchester (aprox. 1497), Atribuida a Miguel Ángel


Es una de las tres pinturas realizadas sobre tabla atribuidas a Miguel Ángel, que debió realizarla durante su primer período en Roma.

Por alguna razón que a día de hoy desconocemos, Miguel Ángel no acabó la pintura y dejó ciertas áreas sin pintar. El manto negro de la Virgen estaba destinado a ser pintado con rico lapislázuli y los ángeles de la izquierda sólo se dejan entrever.

· Retrato del presidente F. Delano Roosvelt (1945), E. Shoumatoff


El presidente de los Estados Unidos accedió a posar para la retratista de moda del momento, Elizabeth Shoumatoff, ante la insistencia de su amante, Lucy Rutherfurd, durante unas vacaciones.

Durante su segundo día, mientra posaba para el retrato el presidente Roosvelt empezó a sentir un dolor agudo en la parte posterior de la cabeza y se desplomó, murió tres horas después.

· Vista del Museo del Prado y la Iglesia de San Jerónimo el Real (1871), E. Rosales


En realidad era el fondo para la obra que llevaría el título de Entrada del rey Amadeo I de Saboya en Madrid, pero quedó inacabada debido al efímero reinado de su protagonista.

· Retrato de Gustave Geffroy (1895), P. Cezanne


Tras una favorecedora publicación del crítico de arte Gustave Geffroy en Le Journal, Cezanne accedió a pintar un retrato suyo. Pronto se sintió insatisfecho con el resultado dejando al crítico del arte con una obra inacabada.

A pesar de estar inacabado el retrato recibió buenas críticas, sólo se criticó la distorsión de la mesa. Ante los comentarios negativos Cezanne confesó haberse basado en un retrato realizado por Degas, rival de su gran amigo Monet. Es muy posible que la renuencia a imitar una obra de Degas hiciera que abandonara el retrato.