24 junio 2016

EL FARO DE ALEJANDRÍA

Ptolomeo, tras la muerte de Alejandro Magno, se hizo con el control de Egipto y fijó su capital en Menfis, la antigua capital del Egipto faraónico, aunque poco a poco la ciudad de Alejandría, en el delta del Nilo, fue ganando mayor importancia, convirtiéndose en una importante ciudad comercial, haciendo de puente entre las mercancías que provenían de Oriente y el comercio del Mediterráneo.

Debido a este importante comercio se había construido un puerto artificial, uniendo la ciudad con la isla de Faro a través de un malecón, llamado Heptaestadio, que albergaba no sólo los barcos comerciales si no también la flota militar.

Para facilitar la salida y llegada de los barcos tanto de día como de noche, Ptolomeo I decidió construir en el extremo de la isla una enorme torre que debía servir para guiar a los marineros.

Se construyó entre los años 285 y 247 A.C. por el arquitecto Sóstrato de Cnido y aunque no nos quedan restos arqueológicos, podemos hacernos una idea de como era por monedas, por la tumba de un habitante de Alejandría, que maravillado con el faro decidió imitarlo, aunque en menor escala, y porque sirvió de modelo a decenas de faros construidos en época helenística y romana, como el faro de la Torre de Hércules en Finisterre, La Coruña.

Monedas de época romana
Aunque la fuente más fidedigna es la descripción que hace Ibn al-Shaykh, un viajero andalusí que a mediados del siglo XII visitó Alejandría, y pudo contemplar, visitar e incluso medir el faro.

Tumba en Alejandría, imitando el faro
La torre estaba formada por tres cuerpos y una base, construida con sillares unidos por argamasa para que el agua no entrara, el primer cuerpo era cuadrado, el segundo octogonal y el tercero circular. Los dos primeros cuerpos estaban decorados con esculturas de tritones y en la parte superior había una enorme estatua del dios Poseidón, que en época musulmana se sustituyó por un pequeño oratorio.

Para su funcionamiento durante el día se usaba un espejo para reflejar la luz del sol, mientras que por la noche, para que el faro pudiera seguir estando activo, se encendía un fuego.

Su construcción fue tan novedosa que el nombre de la isla llegó a convertirse en el nombre con el que se conocerían el resto de torres construidas con la misma finalidad.

Más de mil años después de su construcción los musulmanes seguían manteniendo el faro funcionando, aunque tuvieron que repararlo en varias ocasiones debido a los desperfectos causados por el tiempo, los elementos y los terremotos.

Ciudadela de Qaitbei
Sin embargo dos fortísimos terremotos, en 1303 y 1323, dañaron su estructura y seguramente derribaron parte de los cuerpos superiores, quedando completamente inservible, por lo que en el siglo XV, el sultán de Egipto, Qaitbei, decidió reutilizar los sillares y construir una fortaleza para defender la entrada al puerto de Alejandría.


17 junio 2016

EL BESO DE AUGUSTE RODIN

En 1880 Rodin, que ya tenía una importante reputación como escultor, recibió el encargo del estado francés para realizar unas puertas monumentales en bronce, Las puertas del infierno, para el nuevo museo de artes decorativas de París.

Como tema para decorar las puertas eligió la obra El Infierno de Dante. Para el panel central de la puerta izquierda, Rodin diseñó un relieve en el que se representaría la pasión ilícita entre Paolo y Francesca, un tema muy popular en el arte durante el siglo XIX.

Según la narración de Dante, Paolo y Francesca se enamoraron mientras leían la historia de Lanzarote y Ginebra. Cuando el marido de Francesca, y hermano de Paolo, los descubrió los mató a puñaladas.

Rodin decidió representar a los amantes en el momento de su primer beso, de la mano de Paolo se desprende el libro que leían. Representa los cuerpos entrelazados mientras se abrazan y besan apasionadamente, esculpidos de forma naturalista aunque ligeramente idealizados, contrastando con la roca donde se posan, de aspecto rugoso y non finito.

Puertas del Infierno
A mediados de 1880 los planes para realizar el nuevo museo de artes decorativas se paralizaron, al igual que el proyecto de las puertas, que no se fundieron en bronce hasta después de la muerte del escultor. Sin embargo, Rodin, decidió que su bajorelieve de Paolo y Francesca debía representarse como una escultura exenta.

Realizó varias esculturas de menor tamaño en yeso, terracota y bronce, y en 1887 el estado francés le encargó una versión en mármol de mayor tamaño, que actualmente se exhibe en el museo Rodin de París.

Durante la siguiente década la escultura permaneció en el taller del artista hasta que, en 1898, decidió exhibirla en el Salón de París junto a la escultura del escritor Honoré de Balzac, y mientras esta fue ridiculizada, El beso fue un gran éxito, hasta el punto que la compañía Barbedienne ofreció al artista un contrato para producir pequeñas réplicas en bronce.

En 1900 Perry Warren, un coleccionista y anticuario estadounidense, encargó a Rodin una copia de la escultura que le fue entregada en 1904, siendo depositada en los establos, no se sabe si por su gran tamaño o porque no llegó a cumplir con sus expectativas.

Durante la I Guerra Mundial, Warren, prestó la obra al ayuntamiento de Lewes, pero muchos pensaron que la indecencia de los desnudos podría incitar comportamientos lascivos entre los soldados, por lo que se tapó y se devolvió al establo, ocultándola con balas de heno para protegerla de las bombas.

En 1928, tiempo después de la muerte de Warren, se intentó subastar pero no alcanzó el precio que pedían por ella, permaneciendo en la galería de arte Cheltenham hasta que en 1953 la Galería Tate la adquirió.


En las mismas fechas que recibía el encargo de Perry Warren, Rodin recibió también el del coleccionista danés Carl Jacobsen, una tercera copia de la obra que se encuentra en el museo Gliptoteca Ny Carlsberg de Copenahgue.

10 junio 2016

El TEMPLO DE ARTEMISA

Reconstrucción del templo de Artemisa
En la ciudad de Éfeso, Lidia, al oeste de la actual Turquía, desde hacía cientos de años se rendía culto a una misteriosa divinidad ctónica. Una diosa femenina a la que los griegos denominaban Artemis Efesia y que era una fusión entre varias divinidades de la antigüedad, la Artemis griega con la Magna Mater frigia y la diosa Cibeles de Caria.

A esta diosa se la representaba como poliamazónica, con muchos pechos, en referencia a la fertilidad de los campos y los animales, uno de los dones que podía conceder.

Desde hacía siglos en Éfeso, ciudad de la que era patrona y protectora, se construían en su honor santuarios y altares. En el siglo VI A.C., un momento de gran riqueza y paz en el reino de Lidia, se decidió construir uno de los mayores templos jamas construidos en el mundo griego, el Artemision.

La construcción del templo comenzó en torno al año 550 A.C., siendo el primer templo griego construido enteramente en mármol, y debido a sus grandes dimensiones, hacía más de cien metros de largo por 50 de ancho, tardó más de cien años en construirse.

Plantas del templo de Artemisa y Partenón
Poco después de que en Éfeso se empezara la construcción del templo en honor a Artemis, en la ciudad vecina de Dídima, que veneraba a su hermano gemelo, el dios Apolo, se empezó la construcción de un templo exactamente igual pero consagrado a este.

El templo de Artemís se ha perdido, pero se conservan las ruinas del templo de Apolo, lo que nos permite tener una idea de como debía ser el primero.

Además de por su monumentalidad, el templo destacaba por su arquitectura, que incluía importantes novedades tremendamente audaces para la época. Contaba a sus lados con dos filas de inmensas columnas jónicas, más altas y estilizadas que las dóricas, en lugar de una, que era lo usual en los templos griegos, y en la zona frontal con tres, que se prolongaban hacia el interior a través de la pronaos, dando la impresión de un gran bosque de columnas, desde la antigüedad había sido usual rendir culto a la diosa Artemís en bosques o arboledas.

La parte inferior de las columnas estaban decoradas con relieves policromados, lo que proporcionaba mayor sensación de espectacularidad al templo.

Debido a la enorme fama del templo, considerado ya por sus contemporáneos como una de las maravillas del mundo, un hombre llamado Heróstrato, en el año 356 A.C., lo quemó con la única finalidad de hacerse famoso.

En esta época Éfeso continuaba siendo una de las ciudades más ricas dentro del próspero reino de Lidia por lo que pudieron reconstruir el templo, haciéndolo más monumental que el anterior.

Relieves columna del
segundo templo
La quema del templo coincidió con el nacimiento de Alejandro Magno, y en la época se contaba que la diosa Artemisa había abandonado el templo para ayudar a la madre de Alejandro a dar a luz al mayor de los reyes, por lo que no había podido proteger su templo. Años después, Alejandro, pasó por la ciudad de Éfeso mientras seguían las obras de reconstrucción y se ofreció a pagarlas, pero los efesios, aún resentidos se negaron a aceptar su dinero.

La decadencia del templo empezó en el siglo I D.C., cuando una serie de terremotos debilitaron su estructura, posteriormente, en el 262 D.C., la zona fue invadida por los godos que lo quemaron para obtener la cal del mármol y lo poco que quedó, los habitantes de Éfeso lo utilizaron para construir sus propios edificios.

A principios del siglo V el edificio ya no existía y en su lugar sólo se podía contemplar una charca.

Los constructores del templo, levantado en una zona de enorme actividad sísmica, pensaron que si levantaban el templo en una zona de pantanos, el agua estancada que quedaba debajo de los cimientos ayudaría a aminorar las ondas sísmicas. Un sistema que no funcionó.

Y a día de hoy sólo quedan los cimientos del templo, que se mantienen bajo el agua.

Ruinas del templo de Artemisa

03 junio 2016

MTO: STREET ART HIPERREALISTA



MTO, forma abreviada de Mateo, es un artista del grafiti nacido en Francia, aunque gran parte de su trabajo lo encontramos en las calles de Berlín, ciudad en la que vivió entre los años 2006 y 2013.

Siempre se había interesado por el mundo del grafiti y el arte callejero pero nunca había considerado seriamente convertirse en un grafitero, de hecho ni siquiera había usado un espray, hasta que en mayo de 2008 realizó un viaje a Barcelona con un amigo, Arone creador de TWE Crew francés, que lo animó a probar, quedando completamente enganchado.

Conocido por su estilo hiperrealista, realiza obras murales de gran tamaño, la mayoría de las veces retratos en blanco y negro con una asombrosa precisión y detalle, destacando un contorno rojo que enmarca las siluetas de sus personajes, que es a la vez su firma y marca.

Decidió restringir el uso de colores para hacer su arte mucho más visible e identificable entre la gran cantidad de arte urbano que existe en las calles de Berlín.

Entre sus obras las más reconocidas son sus retratos de personajes de la cultura pop actual, por lo general personas que de alguna manera lo han inspirado, músicos como un joven Michael Jackson, Ray Charles o Jimmy Hendrix o actores de cine como Jack Nicholson o Angelina Jolie.