26 enero 2018

JEFF KOONS Y SU POLÉMICO TRIBUTO FLORAL A PARÍS

En 2016, un año después de los ataques terroristas que sacudieron París, el artista estadounidense Jeff Koons anunció la donación de una de una de sus obras a la ciudad como homenaje a las 130 víctimas de los atentados, como símbolo de recuerdo y de optimismo, de curación a medida que uno deja atrás estos acontecimientos pavorosos.

Bouquet of Tulips es una monumental escultura de 12 metros de altura realizada en acero, bronce y aluminio en un taller alemán. Representa una mano sosteniendo un ramo de tulipanes de diversos colores imitando la mano de la estatua de la Libertad que sostiene la antorcha.

Pero la donación venía con una condición, el artista debía escoger su ubicación, y el lugar elegido por Koons fue el patio que separa el museo de Arte Moderno y el Palais de Tokyo, un llamativo edificio creado para la exposición internacional de 1937 con vistas a la torre Eiffel.

Las críticas ante este regalo no han tardado en llegar, en una carta publicada por el diario francés Libération una serie de artistas y profesionales del arte han pedido que se abandone el proyecto ya que obstaculizaría las vistas a la torre Eiffel, los cimientos del patio no están preparados para soportar un peso de 30 toneladas y consideran que al ser un homenaje público debería haberse abierto una convocatoria para que otros artistas presentasen sus propios proyectos.

También se ha criticado el lugar elegido, ya que no se encuentra cerca del Stade de France ni de la sala Bataclán y los bares y restaurantes que fueron atacados aquella noche del 13 de noviembre, si no que más bien es una elección personal de Koons para ensalzar su obra.

Otros problemas que conlleva la escultura es el coste de su producción e instalación, Koons sólo ha regalado la idea, que se estiman en unos 3,5 millones de euros sufragados por varios mecenas franceses, que se beneficiarán de una reducción fiscal del 66%, un dinero que muchos consideran podría haberse utilizado para otros fines.

Queda por ver que decisión tomará la alcaldía de París.

22 enero 2018

JEANNE HÉBUTERNE Y AMEDEO MODIGLIANI

Retrato de Jeanne Hébuterne  (1919),
A. Modigliani
Jeanne Hébuterne nació el 6 de abril de 1898 en Meaux, Francia, en el seno de una familia católica y de costumbres austeras, aunque pronto comenzó a frecuentar los círculos artísticos de Motparnasse junto a su hermano André, que intentaba abrirse camino como pintor.

De gran talento para el dibujo empezó a estudiar arte en la Académie Colarossi, mientras posaba como modelo para otros artistas, como el pintor japonés Tsuguharu Foujita.

Fue allí donde conoció y trabó amistad con la escultora ucraniana Chana Orloff, quien en marzo de 1917 le presentó a Amedeo Modigliani, un pintor italiano de 32 años, enfermo de tuberculosis, alcohólico, drogadicto y con serios problemas económicos.

Retrao de Modigliani atribuido
a Jeanne Hébuterne
La pareja inició un romance y pronto Jeanne se trasladó a vivir con el artista a su pequeño estudio de la Rue de la Grande Chaumière, a pesar de la oposición de la familia que incluso llegó a retirarle su asignación económica.

A finales de 1917 Modigliani expuso por primera vez en París, en la galería Berthe Weill, exposición que fue clausurada a las pocas horas debido a los numerosos retratos de desnudos. Debido al fracaso comercial el marchante Leopold Zborowski le recomendó viajar a Niza, ciudad en la que veraneaban grandes fortunas y en la que podría vender mejor sus obras.

Modigliani se trasladó junto a Jeanne a la Costa Azul pero tampoco allí consiguió vender sus cuadros. Empeorando de la tuberculosis que sufría desde los catorce años fue internado en una clínica, donde el 29 de noviembre Jeanne dio a luz una niña a la que puso su nombre, y a la que poco después entregó en un asilo, ya que no podían mantenerla.

Al año siguiente, en 1919, regresaron a París, donde Modigliani vivió uno de los momentos de máxima creación artística, aunque continuó con sus excesos, a pesar de todo Jeanne, embarazada de su segundo hijo, se mantuvo siempre a su lado.

Jeanne Hébuterne
El 24 de enero de 1920 un vecino, preocupado ya que hacía tiempo que no había visto a la pareja, irrumpió en el taller, encontrando a Modigliani en la cama sin fuerzas para levantarse y a Jeanne a su lado, rodeados de botellas de vino vacías.

Modigliani murió esa misma noche de meningitis tuberculosa, siendo enterrado en el cimentière de Père Lachaise tras un multitudinario funeral.

Jeanne fue trasladada a casa de sus padres, mientras estos discutían con su hermano sobre su futuro saltó desde la ventana de su antigua habitación, en un quinto piso, muriendo ella y el hijo que esperaba. Fue enterrada, casi en secreto, en el Cimetière de Bagneux.

La hermana de Modigliani recogió a su pequeña hija y la crió, mientras que su hermano consiguió, casi diez años después, que la familia Hébuterne diera su permiso para trasladar los restos de Jeanne al lado de los de Amedeo.
Amedeo Modigliani