JACKSON POLLOCK Y EL ACTION PAINTING


En 1943 Peggy Guggenheim preguntó a su amigo Mondrian que le parecía el cuadro de un desconocido artista llamado Pollock, ante el que Mondrian respondió, no lo sé, tengo el sentimiento de que esta puede ser la pintura más emocionante que he visto desde hace mucho tiempo.

Al año siguiente Peggy Guggenheim lo invitó a exponer sus obras, siendo el primer artista norteamericano que lo hacía en su galería. Fue el inicio de una productiva pero corta carrera, cuyo auge apenas duró diez años, entre 1943 y 1953.

Jackson Pollock nació en Wyoming, en el seno de un familia de granjeros. Desde joven empezó a dar signos de problemas psiquiátricos que lo acercaron a las teorías de Jung y sus arquetipos, muy presentes en sus primeras obras, frente a las teorías de Freud que dominaban en el surrealismo.

También exploró el arte primitivo norteamericano mientras acompañaba a su padre en sus viajes, sobretodo la estilización de las formas y los colores brillantes.
Number 31 (1950)
En 1930 se mudó a Nueva York donde estudió bajo la tutela del pintor Thomas Hart Benton, en el Art Students League of New York. En esta ciudad entró en contacto con el arte de los muralistas mexicanos, Siqueiros y Orozco, de quienes aprendió su expresividad monumental y con las obras de grandes artistas contemporáneos como Picasso, Miró o Klee expuestas en el MOMA.
Number 5 (1948)
Aunque la mayor influencia la recibió de su mujer, Lee Krasner, pintora enmarcada dentro del expresionismo abstracto, más famosa que él cuando se casaron en 1945, pero que abandonó su carrera para apoyar a su marido desde la sombra.

P. Guggenheim y J. Pollock
con la obra Mural
En julio de 1943 Peggy Guggenheim le encargó una obra para su casa Mural, obra que realizó en una noche de trabajo sin descanso, y en la que se empieza a distinguir su propio estilo, el action painting (pintura de acción).

Caracterizado por la expresividad del color y la fuerza del gesto pictórico, intenta expresar sensaciones como el movimiento, la energía, la velocidad.

Pollock introdujo el uso de nuevos materiales como la pintura industrial, que aplicaba directamente sobre el lienzo, que abandonó el caballete y se trasladó al suelo. Pintaba alrededor del lienzo con un bote de pintura agujereado o con el pincel, salpicando la tela de forma espontánea, esta técnica recibiría el nombre de dripping (gotear) y permitía una conexión directa entre el pensamiento y la acción del artista.

En algunas ocasiones Pollock se movía por encima de las telas y en algunas de sus obras se puede ver la huella de sus zapatos, de sus manos e incluso ceniza de los cigarrillos que fumaba.
Mural (1943)
Sus composiciones carecen de un sentido espacial (no hay arriba y abajo), trataba toda la superficie del lienzo con la misma intensidad, alejándose de la composición tradicional.

A través de la pintura de acción el acto de pintar se convirtió en objeto de arte, dejando a un lado los aspectos expresivos o simbólicos de la obra, lo que suponía una ruptura radical con la tradición pictórica europea.

Jackson Pollock murió en agosto de 1956, a los cuarenta y cuatro años, en un accidente de coche con regusto a suicidio.

Nunca quiso ser un artista mediático pero lamentablemente su carrera coincidió con el auge de los medios audiovisuales que encontraron en su figura un filón. Pollock daba la imagen de rebelde, irreverente, con trastornos psicológicos, problemas de alcoholismo.

En 1949 la revista Life se preguntó si era el artista más grande de los Estados
Fotograma del documental de
Hans Namuth
Unidos. En 1950 el fotógrafo Hans Namuth realizó un seguimiento de su proceso creativo, a pesar de que en un principio estuvo de acuerdo, al ver el resultado sintió que su trabajo había sido manipulado, no era él pintando sino haciendo como que pintaba.

A la manipulación mediática se añadió la política, que lo convirtió en un símbolo de lo americano, dando la imagen de creatividad artística posible en el capitalismo frente al realismo socialista de la Unión Soviética.

A partir de la década de los cincuenta su estilo cambió drásticamente, abandonó la técnica del dripping, sus pinturas se oscurecieron y empezó a introducir elementos figurativos, no vendió ninguna de las obras, no era lo que los coleccionistas querían.

Todo ello, junto a su frustración personal hizo que su problema de alcoholismo se profundizara.

Tras su muerte, su viuda mantuvo vivo el legado y la imagen del artista.

The Deep (1953)