VENUS DE WILLENDORF

Venus de Willendorf
Las pequeñas figuras denominadas venus, propias del período paleolítico, son la categoría principal de las representaciones humanas en el arte mueble. Se trata de pequeñas esculturas que representan mujeres desnudas o casi desnudas, de formas macizas, con los atributos femeninos muy marcados y con una intencionada disminución de la cabeza y las extremidades.

La mayoría de estas estatuas fueron realizadas en marfil, hueso, asta o piedra y están datadas entre los años 40.000 y 20.000 A.C.

Fueron llamadas venus debido a la creencia que hacían referencia a un canon de belleza prehistórico. Hoy en día esta teoría ha sido rechazada y se cree que reflejaban el culto a la fecundidad de la mujer, que en las creencias prehistóricas se asociaba a la fertilidad de la tierra, diosas madre, aunque algunos historiadores también niegan esta teoría debido a la falta de pruebas que la sustenten.
Venus de Willendorf
Son figuras de pequeño tamaño, entre los 4 y 25 centímetros, de bulto redondo y fáciles de transportar, por lo que se cree que pudieron servir como amuletos, aunque no formaban parte de ningún culto cerrado, ya que se han encontrado en lugares públicos, como cabañas o cuevas que servían de habitaciones comunes.

Una de las representaciones más conocida es la llamada Venus de Willendorf, hallada en 1908 en un yacimiento paleolítico cerca de Willendorf (Austria), por el arqueólogo Josef Szombathy y expuesta en el museo de Historia Natural de Viena.

Datada entre el 20.000 y el 22.000 A.C. pertenecería al período Auriñaciense del paleolítico superior.

Venus Lespugue
La figurilla, de unos 11 centímetros de alto por 5 de ancho, está tallada sobre piedra caliza y antiguamente estaba cubierta por una capa de ocre rojo, que desapareció con las tareas de limpieza al ser descubierta.

Al igual que la mayoría de las venus encontradas en Europa tiene resaltados de manera prominente los atributos sexuales, unos brazos muy delgados, que descansan sobre sus pechos y carece de pies. No tiene el rostro tallado y en su lugar se representa lo que parece un peinado trenzado o un sombrero de junco.

Debido a la falta de los pies es imposible que la venus se pudiera mantener de pie lo que ha llevado a pensar que pudiera tratarse de un colgante o un amuleto que los pueblos nómadas trasladasen con ellos en sus constantes movimientos.