En
2016, un año después de los ataques terroristas que sacudieron
París, el artista estadounidense Jeff Koons anunció la donación de
una de una de sus obras a la ciudad como homenaje a las 130 víctimas
de los atentados, como símbolo de recuerdo y de optimismo, de
curación a medida que uno deja atrás estos acontecimientos
pavorosos.
Bouquet
of Tulips es una monumental
escultura de 12 metros de altura realizada en acero, bronce y
aluminio en un taller alemán. Representa una mano sosteniendo un
ramo de tulipanes de diversos colores imitando la mano de la estatua
de la Libertad que sostiene la antorcha.
Pero
la donación venía con una condición, el artista debía escoger su
ubicación, y el lugar elegido por Koons fue el patio que separa el
museo de Arte Moderno y el Palais de Tokyo,
un llamativo edificio creado para la exposición internacional de 1937 con vistas a la torre Eiffel.
Las
críticas ante este regalo
no han tardado en llegar, en una carta publicada por el diario
francés Libération una
serie de artistas y profesionales del arte han pedido que se abandone
el proyecto ya que obstaculizaría las vistas a la torre Eiffel, los
cimientos del patio no están preparados para soportar un peso de 30
toneladas y consideran que al ser un homenaje público debería
haberse abierto una convocatoria para que otros artistas presentasen
sus propios proyectos.
También
se ha criticado el lugar elegido, ya que no se encuentra cerca del
Stade de France ni de
la sala Bataclán y los bares y restaurantes que fueron atacados
aquella noche del 13 de noviembre, si no que más bien es una
elección personal de Koons para ensalzar su obra.
Otros
problemas que conlleva la escultura es el coste de su producción e
instalación, Koons sólo ha regalado la idea, que se estiman en unos
3,5 millones de euros sufragados por varios mecenas franceses, que se
beneficiarán de una reducción fiscal del 66%, un dinero que muchos
consideran podría haberse utilizado para otros fines.
Queda
por ver que decisión tomará la alcaldía de París.