Retrato de Jeanne Hébuterne (1919), A. Modigliani |
Jeanne Hébuterne nació el 6 de abril de 1898 en Meaux, Francia, en el seno
de una familia católica y de costumbres austeras, aunque pronto
comenzó a frecuentar los círculos artísticos de Motparnasse junto
a su hermano André, que intentaba abrirse camino como pintor.
De
gran talento para el dibujo empezó a estudiar arte en la Académie Colarossi, mientras posaba como modelo para otros artistas, como
el pintor japonés Tsuguharu Foujita.
Fue
allí donde conoció y trabó amistad con la escultora ucraniana
Chana Orloff, quien en marzo de 1917 le presentó a Amedeo Modigliani, un pintor italiano de 32 años, enfermo de tuberculosis,
alcohólico, drogadicto y con serios problemas económicos.
Retrao de Modigliani atribuido a Jeanne Hébuterne |
La
pareja inició un romance y pronto Jeanne se trasladó a vivir con el
artista a su pequeño estudio de la Rue de la Grande Chaumière,
a pesar de la oposición de la familia que incluso llegó a retirarle
su asignación económica.
A
finales de 1917 Modigliani expuso por primera vez en París, en la
galería Berthe Weill, exposición que fue clausurada a las pocas
horas debido a los numerosos retratos de desnudos. Debido al fracaso
comercial el marchante Leopold Zborowski le recomendó viajar a Niza,
ciudad en la que veraneaban grandes fortunas y en la que podría
vender mejor sus obras.
Modigliani
se trasladó junto a Jeanne a la Costa Azul pero tampoco allí
consiguió vender sus cuadros. Empeorando de la tuberculosis que
sufría desde los catorce años fue internado en una clínica, donde
el 29 de noviembre Jeanne dio a luz una niña a la que puso su
nombre, y a la que poco después entregó en un asilo, ya que no
podían mantenerla.
Al
año siguiente, en 1919, regresaron a París, donde Modigliani vivió
uno de los momentos de máxima creación artística, aunque continuó
con sus excesos, a pesar de todo Jeanne, embarazada de su segundo
hijo, se mantuvo siempre a su lado.
Jeanne Hébuterne |
El
24 de enero de 1920 un vecino, preocupado ya que hacía tiempo que no
había visto a la pareja, irrumpió en el taller, encontrando a
Modigliani en la cama sin fuerzas para levantarse y a Jeanne a su
lado, rodeados de botellas de vino vacías.
Modigliani
murió esa misma noche de meningitis tuberculosa, siendo enterrado en
el cimentière de Père Lachaise tras un multitudinario
funeral.
Jeanne
fue trasladada a casa de sus padres, mientras estos discutían con su
hermano sobre su futuro saltó desde la ventana de su antigua
habitación, en un quinto piso, muriendo ella y el hijo que esperaba.
Fue enterrada, casi en secreto, en el Cimetière de Bagneux.
La
hermana de Modigliani recogió a su pequeña hija y la crió,
mientras que su hermano consiguió, casi diez años después, que la
familia Hébuterne diera su permiso para trasladar los restos de
Jeanne al lado de los de Amedeo.
Amedeo Modigliani |