It must be time for lunch now (1976) |
Francesca Woodman vivió apenas 23 años, nació en Denver en 1958 y murió en
1981, tras saltar por la ventana del Lower East Side de
Manhattan, dejando tras de si una incipiente carrera como fotógrafa
con cientos de instantáneas.
Poco
antes de morir escribió a un amigo, mi vida en este punto es como
un sedimento muy viejo en una taza de café y preferiría morir joven
dejando varias realizaciones… en vez de ir borrando
atropelladamente todas estas cosas delicadas.
Sin título (1976) |
La
vida de Francesca estuvo rodeada de arte desde su nacimiento. Hija de
la ceramista Betty Woodman y el pintor abstracto George Woodman, pasó
su infancia entre Boulder (Colorado) y Antella (en la Toscana
italiana), donde sus padres poseían una casa y pasaban grandes
temporadas.
Su
primer contacto con la fotografía empezó el verano antes de entrar
en un prestigioso internado de Massachusetts, su padre le enseñó a
fotografiar con una vieja cámara que le regaló y con la que realizó
sus primeros trabajos, ingenuos autorretratos que poco a poco
adquirirían la técnica propia de la artista.
Autorretrato (1972) |
Sin título (1977-78) |
Decidió
estudiar fotografía en la Rhode Island School of Design
(RIDS), pasando un año en Roma (1977-78) donde
participó en una exposición en la Ugo Ferranti Gallery, junto
a otros cinco jóvenes fotógrafos. Al año siguiente de regresar a
Estados Unidos acabó sus estudios y decidió centrar su carrera en
la fotografía de moda, aunque sin mucho éxito, carecía de un
estudio propio y sus fotografías no encajaban en el gusto de la
época.
House 3 (1976) |
Sus
fotografías, en blanco y negro y de pequeño formato, se centraban
en el estudio del cuerpo humano. Ella misma se convirtió,
básicamente, en su única modelo, en sus fotografías pocas veces
enseña su rostro centrándose en la imagen de su cuerpo que en
muchas ocasiones está borroso, se distorsiona o simplemente se
intuye, mimetizándose con la naturaleza o las paredes de viejas
casas de estilo victoriano abandonadas que utilizaba como estudio,
acentuando el sentimiento de soledad y abandono que impregna todas
sus obras
Polka Dots (1976) |
La
obra de Francesca, heredada y gestionada por sus padres, permaneció
en la sombra durante varios años, hasta que en 1986 se organizó una
exposición de sus trabajos en el Wellesley College Museum
(Massachusetts), con un catálogo en el que participaron
importantes historiadores del arte y que recorrió varias
universidades, dando a conocer no sólo su trabajo sino también a la
artista.
My House (1976) |