JOHANNES VERMEER

En el siglo XVII Delf era una de las ciudades más prósperas de los Países Bajos, gracias a su floreciente comercio e industria, especialmente la porcelana.

A mediados de siglo se desarrolló una activa escuela pictórica en la que destacaría Johannes Vermeer, uno de los artistas más misteriosos de la historia del arte.

La lechera (1658)
Los detalles sobre su vida son muy escasos, sólo se conocen 33 obras que se le puedan atribuir y su trabajo fue prácticamente desconocido hasta dos siglos después de su muerte.

Su redescubrimiento se debe básicamente a Théophile Thoré-Bürger, quien en 1866 escribió una serie de tres artículos en la Gazette des Beaux-Arts dedicados al artista. Consiguió identificar dos tercios de sus obras conocidas hoy en día, un trabajo extraordinario ya que no había libros de referencia, ni apenas información.

No se conoce su fecha de nacimiento, sólo que fue bautizado en octubre de 1632, su padre era marchante de arte, profesión a la que seguramente también se dedicó Vermeer, y regentaba una hostería frecuentada por artistas.

Cristo en casa de Marta y María (1654) 
No volvemos a encontrar ningún otro dato sobre su vida hasta 1653, año en el que se casó con Catherina Bolnes, de religión católica y mayor fortuna que él, e ingresó en el gremio de San Lucas como pintor libre. Se desconoce quien fue su maestro, aunque los historiadores apuntan a Carel Fabritius, alumno de Rembrandt, o Pieter de Hooch.

Vermeer era conocido entre los mejores artistas de su época, sus obras alcanzaron altos precios y consiguió una cierta fama como experto en arte, en 1672 viajó a La Haya para comprobar la autenticidad de unos cuadros venecianos y romanos para el príncipe elector de Brandeburgo Federico Guillermo I.

En sus primeras obras conocidas, Cristo en casa de Marta y María, Santa Práxedes, trabajó en un estilo y una temática diferentes a los que le caracterizaron, aproximándose a la pintura italiana.

La Alcahueta (1656)
En La alcahueta realizado en 1656, única obra firmada y fechada con autenticidad, se empieza a ver un cambio, aunque continúa la influencia italiana, el tema se incluiría en la pintura de género holandesa, temática que caracterizaría su obra posterior, influencia de Pieter de Hooch, y un tratamiento personal de la luz y el espacio, inspirándose en el tratamiento lumínico de Rembrandt. Se desconoce por que abandonó el estilo italiano de su juventud, aunque se apunta a razones económicas ya que las pinturas de género se vendía mejor.

En la década de los 60 Vermeer se interesó sobretodo en pintar figuras femeninas en escenas de la vida diaria, damas leyendo, tocando música, asomándose a la ventana, es su mejor etapa, apreciándose la influencia de Frans Van Mieris y Gerard ter Borch.

La joven de la perla (1665)
En estas escenas domésticas prevalece la privacidad. Las mujeres representadas, no siempre virtuosas, se encuentran frente a una ventana, destacadas de la pared del fondo, concentradas en su tarea, en diferentes estados de ánimo, absortas en sus tareas o mirando al espectador, La joven de la perla (1665), sólo varía la decoración de la estancia.

Otro de sus grandes temas son las relaciones, a veces galantes, entre hombres y mujeres. La carta, junto a la música es el tema preferido de Vermeer.

De esta época son también dos obras de paisajes de Delf, La callejuela y Vista de Delf, ambas pintadas en 1661. Ésta última es una vista de la ciudad desde una posición distante, con pequeñas figuras en primer plano, tratadas con un gran naturalismo y una pasmosa realidad óptica, casi fotográfica, lo que ha hecho pensar que el pintor podría haberse ayudado de una cámara oscura. Instrumento óptico formado por una lente y un espejo, la imagen atravesaba la lente y se reflejaba en el espejo, generando una imagen menor que el original e invertida.
Vista de Delf (1661)
En sus últimas obras, algunos autores quieren ver una decadencia manierista en la manera de pintar de Vermeer, basándose en un cambio estilístico. Se aprecia un cambio significativo en la luz, apreciándose un contraste entre luces y sombras mucho más acusado y una mayor nitidez del volumen de las figuras y los objetos.

Vermeer falleció en diciembre de 1675 en su ciudad natal, dejando viuda, 11 hijos y gran cantidad de deudas.