ARTE DISTÓPICO

Aunque el término distopia aún no está recogido en el Diccionario de la Real Academia Española, se puede definir como una representación imaginaria de una sociedad futura, con características negativas que son las causantes de alienación moral (José María Merino).

El término fue usado por primera vez en 1868 por John Stuart Mill, como sinónimo de cacotopía, creado por su mentor JeremyBentham cincuenta años antes y pronto se abrió paso como antónimo de utopía, acuñado por Thomas More en 1516 en su obra De Optimo Republicae Statu deque Nova Insula Utopia.

A lo largo de la historia se han escrito grandes obras que reflejan un futuro distópico, Un mundo feliz de Aldous Huxley, 1984 de George Orwell o Fahrenheit 451 de Ray Bradbury, obras que son consideradas las precursoras del género.

El arte tampoco ha sido ajeno a este género, y han sido mucho los artistas que han plasmado mundos opresivos y amenazantes.

En sus pinturas Ian Davis muestra un mundo dominado por la colectividad, multitudes uniformadas y simétricas, visten igual porque se supone que no son individuos. Representan cierta intención humana, o la falta de ella. Un mundo frío, pragmático y despersonalizado influenciado por artistas como René Magritte, El Bosco y Giorgio de Chirico, creadores también de mundos sombríos, surrealistas y desalentados.
Climate, I. Davies
Ali Banisadr, refleja en sus obras el equilibrio entre el caos y la calma, como respuesta emocional ante la guerra. Influenciado también por El Bosco, crea exhuberantes paisajes que se mueven entre la abstracción y la figuración, creando vastos paisajes que rayan lo fantástico mediante el uso de colores intensos.
Paper Tiger (2013) A. Banisadr
El sueco Simon Stålenhag recrea digitalmente un mundo donde los robots y las instalaciones gubernamentales forman parte del paisaje escandinavo. En sus obras contrapone la evolución de la robótica y la tecnología con las dificultades que el ser humano continua manteniendo.
S. Stålenhag, ilustración
Dean Byington recrea en sus obras, creadas a través de un complejo proceso de dibujo, impresión y pintura, detallados paisajes en los que se mezclan lo grotesco y lo hermoso, siguiendo el estilo de los libros ilustrados del siglo XIX. A primera vista parecen obras abstractas, pero si se examinan más atentamente se aprecian intrincadas representaciones de paisajes exóticos, construcciones abandonadas...

New City (2013), D. Byington