Corriente artística
basada en la estética del movimiento, toma su nombre de la rama de
la mecánica que investiga la relación entre el movimiento de los
cuerpos y las fuerzas que actúan sobre ellos.
El término cinético
se usó por primera vez en el verano de 1920, cuando el artista ruso
Naum Gabo publicó junto a su hermano Antoine Prevsner el Manifiesto Realista. En su manifiesto, se posicionaron en contra del
arte estable tradicional el error heredado ya del arte egipcio,
que veía en los ritmos estáticos el único medio de creación
plástica, y abogaron por un nuevo estilo, los ritmos
cinéticos, formas esenciales de nuestra percepción del
tiempo real.
La idea era pasar de
una escultura tridimensional (alto, ancho y profundidad) a una
tetradimensional, añadiendo como cuarto factor el tiempo, al que se
refirieron como movimiento, ritmo.
G. Balla, Dinamismo de un perro con correa (1912) |
Los artistas buscaron
diferentes formas de introducir el movimiento en sus obras, creando
diferentes tipos según la manera en la que este se producía.
Obras móviles que
producen un movimiento real debido al aire, a un impulso manual,
mediante motores, energías naturales... En estas obras la fuente de
energía puede estar oculta o formar parte de la obra.
J. Soto, Esfera Caracas |
M. Pérez, Seriegrafía en celeste, lila y morado (2012) |
El arte cinético tuvo su apogeo a finales de los años 50, momento en el que toma su nombre y alcanzó su clímax en la exposición Lumière et mouvement, celebrada en 1967 en el museo de Arte Moderno de París, empezando a declinar en la década de los 70.