En
el Museo de Mallorca se conserva, procedente del convento franciscano
de Inca, la tabla central de un gran retablo, hoy desaparecido, con
la representación de San Jorge.
La
obra fue realizada por Francesc Comes, pintor documentado en Mallorca
entre 1390 y 1415. Hijo de
Francesc Comes, maestro de vitrales mallorquín, se formó como
pintor en Valencia y se le
considera el
introductor del estilo gótico internacional en Mallorca a finales del siglo XIV.
Fue
conocido como Maestro de Inca hasta
que Guillem Rosselló lo identificó, gracias a la restauración que
Cividini realizó en 1965 de la tabla del Salvator Mundi de
la iglesia parroquial de Santa Eulàlia, Palma, una
obra firmada por el artista.
La
identificación se basó en el trazado de los ojos, característica
esencial del estilo de Comes, lo que ha permitido atribuirle varias
obras como la tabla de Sant Cristòfol, de
la iglesia de Santa Creu, Palma, la predela de Santa Margalida, Museo Diocesano de Mallorca o la predela de la Passió,
Museo municipal de Pollença.
En
la tabla de Sant Jordi se representa al santo a caballo dando muerte
al dragón, a su espalda la princesa, de rodillas y en actitud
orante, observa la escena. En el fondo aparece
el paisaje propio de las obras en las que se
representa al santo, el
castillo o ciudad amurallada y árboles recortándose sobre un
horizonte dorado.
La
obra en si es bastante simple, ya que tan solo la cara del santo y la
figura de la princesa revelan una mayor precisión y detallismo, el
dragón y el caballo aparecen esquematizados, casi caricaturescos,
observándose una preocupación por la profundidad y un interés por
el paisaje en los grupos de árboles distribuidos de modo arbitrario
que cubren el fondo de la tabla.