Libros, A. Rodchenko (1925) |
El
movimiento constructivista surgió al mismo tiempo que los
bolcheviques llegaban al poder tras la Revolución Rusa de 1917, y
atrajo a muchos de los artistas que apoyaban las ideas de la
revolución.
Tomó
prestadas ideas provenientes de otros movimientos como el cubismo, el
suprematismo y el futurismo, pero les dio un enfoque totalmente
nuevo. Buscaban abolir la expresión artística tradicional, y
sustituirla por un nuevo tipo de arte utilitario, que ayudaría a
educar a las masas en la nueva utopía soviética.
A
través del constructivismo
los artistas buscaban una nueva visión del arte, ajustado a los
objetivos políticos y de modernización de la Revolución Rusa. Por
lo que, aunque se trabajó la pintura y la escultura, se dio mayor
importancia a las artes
decorativas y aplicadas, cerámicas o
diseño textil, destacando sobretodo el diseño gráfico, con
artistas como El Lissitzky o
Rodchenko, y
la creación de carteles propagandísticos a favor del nuevo
gobierno.
El
término construction art, arte
de la construcción, fue
usado por primera vez en 1917 por Kasimir Malévich
como un término despectivo para describir el trabajo de Alexander Rodchenko.
Monumento a la Tercera Internacional, V. Tatlin (1919) |
Durante
un viaje a París en 1913, Tatlin, considerado
como el precursor del movimiento, tuvo la oportunidad de conocer
el taller de Picasso y su trabajo. De vuelta a Rusia, y
siguiendo los collage y trabajos en madera del artista español,
empezó a trabajar en una serie de obras,
construcciones en relieve,
realizadas a partir de materiales encontrados, madera,
papel..., que
culminaron en el Monumento a la Tercera Internacional,
exhibido en 1920 y que se
convertiría en el
símbolo del movimiento.
En
ese mismo año, se publicó
el Manifiesto realista
por
los hermanos Naum Gabo y Antoine Pevsner, en el que proclamaban las
ideas del movimiento, y se
acentuaron las diferencias ideológicas, sobretodo en relación al
papel del artista dentro del nuevo estado comunista.
Malévich
y Kandinsky, entendían que el arte no debía subordinarse
simplemente a
las necesidades utilitarias de la sociedad, mientras
que Tatlin y Rodchenko
reivindicaban
el carácter revolucionario del arte, renunciando a la idea del arte
por el arte en favor del diseño industrial y las artes aplicadas al
servicio de la nueva sociedad comunista.
Siguiendo
estas consignas Tatlin abandonó la escultura para dedicarse a la
arquitectura y el diseño industrial, y Rodchenko dejó la pintura
por el diseño gráfico y el periodismo fotográfico.
En
1921, con la nueva política
económica de Lennin, se
organizó la enseñanza de las artes bajo la dirección del Instituto
de cultura artística, que puso en práctica las ideas
constructivistas a través de los Vjutemas,
talleres superiores de arte y técnica, desde donde se promovía el
rechazo a lo superfluo y decorativo, reivindicando la funcionalidad.
Tras
la muerte de Lennin, en 1924, la política cultural soviética
regresó
poco a poco a la tradición y al realismo del siglo XIX.
El
constructivismo desapareció en 1932, tras el decreto del Comité
central del partido bolchevique en el que se reestructuró el arte,
quedando bajo la dirección del partido. Algunos
de sus componentes,
como Malévich, cayeron en el
olvido y la pobreza, otros
fueron enviados a campos de concentración en Siberia, Marc Chagall,
entre otros, emigró
y pudo
continuar con su trabajo en occidente, mientras
que otros simplemente se
adaptaron al realismo socialista.