Arreglo en gris y negro nº1 (1871) |
Tras
regresar a Estados Unidos, su madre, que había quedado viuda,
intentó darle una educación más estricta enviándolo a la academia
militar de West Point, de donde fue expulsado en 1854. Posteriormente
encontró trabajo en la división de dibujos de la National
Geodetic Survey, pero pronto lo abandonó y con 21 años se
marchó a París, donde permanecería una temporada continuando sus
estudios de arte en el estudio de Charles Gleyre.
Al
ser rechazada una de sus obras, En el piano, para la
exposición del salón de París decidió trasladarse a Londres donde
se reuniría con artistas como Dante Gabriel Rosetti, John Everett Millais y otros miembros del grupo de Prerafaelitas, y al igual que
lo había hecho en París, continuó con su vida bohemia.
Ya
instalado en Londres, recibió una carta de su madre en la que le
comunicaba que se trasladaba a vivir con él una temporada, huyendo
de la guerra de Secesión. Whistler describió a un amigo como en una
semana tuvo que limpiar la casa por completo y alejar de ella a todos
sus amigos y a su amante.
Al
llegar a Londres su madre se hizo cargo del gobierno de la casa,
excepto del estudio, donde el artista seguía pintando mujeres
desnudas y recibiendo a su amante y otras mujeres.
Autorretrato (1872) |
Una
tarde de 1871 la casualidad hizo que la modelo que Whistler esperaba
para posar no pudiera acudir a la cita, por lo que pidió a su madre
que la sustituyese.
En
un principio decidió pintarla de pie, pero tras varias sesiones, se
quejó del cansancio, por lo que Whistler tuvo que cambiar la visión
de su obra y empezar de nuevo con su madre sentada, decidiendo
también desviar su mirada hacia un lado, en lugar de hacia el
espectador.
La
obra, titulada Arreglo en gris y negro nº 1, Retrato de la madredel artista, está realizada en una paleta basada en negros y
grises, con leves toques de blanco. La decoración de la habitación
destaca por su austeridad y por los toques orientales, como la
alfombra de tatami y la tela japonesa de un kimono que cuelga de la
pared.
La
fascinación de Whistler por el arte oriental comenzó en París,
donde empezó a comprar porcelanas chinas y ukiyo-e, estampas
japonesas.
Whistler
que solía tardar, incluso años, en acabar una obra, realizó el
retrato de su madre en apenas cuatro semanas, considerándolo una de
sus mejores obras, aunque públicamente aseguraba que no era más que
otro retrato.
Presentó
la obra a la exposición de verano de 1872 de la Royal Academy,
pero el comité ejecutivo la rechazó, debido a que su austeridad y
monocromatismo eran completamente contrarias al gusto y la estética
victoriana imperante. A pesar de esta negativa, gracias a la
intervención de un buen amigo, consiguió exponerla, ganándose el
beneplácito del público.
Tras
la muerte de su madre, el artista se negó a vender su retrato,
aunque posteriormente cambió de idea, vendiéndolo al gobierno
francés por 4000 francos, tras una planificada campaña publicitaria
junto a su amigo el poeta Mallarmé.
La
fama que hoy en día tiene la obra se produjo cuando, en 1932, fue
cedida para una exposición sobre arte norteamericano al museo de Arte Moderno de Nueva York y una gira que la llevaría por una docena
de ciudades. Estados Unidos estaba sumergido en una profunda crisis y
la austeridad y seriedad del personaje coincidían con el humor del
público que la contemplaba, convirtiéndose en una gran sensación y
en un icono americano.