SONRISAS EN EL RIJKSMUSEUM

Una de las obras más conocidas dentro del mundo del arte es la Mona Lisa, de la que todo el mundo destaca su sonrisa. No era muy normal que las personas retratadas sonriesen, sobretodo debido a la precariedad de los cuidados odontológicos de la época, y una sonrisa podía mostrar el mal estado de los dientes y encías.

En el arte las grandes sonrisas solían estar reservadas a las representaciones de borrachos o perturbados y difícilmente las podríamos encontrar en los retratos de la realeza o grandes dignatarios.

Pero el año pasado el diseñador británico Olly Gibbs se paseó por el Rijksmuseum de Amserdam con su móvil y FaceApp, una aplicación para móviles que puede agregar una sonrisa en la cara de cualquier persona que no sonríe, cambiando las sombrías pinturas y esculturas.