Hasta
hace poco se encontraba en el centro de la plaza del Mercat de Palma
un conjunto escultórico, esculpido por Mariano Benlliure, y erigido
en honor al político mallorquín, cinco veces presidente del Consejode Ministros de España, Antoni Maura.
Una
ráfaga de viento, debido al temporal del pasado mes de noviembre,
rompió una de las ramas del ficus centenario que preside la plaza,
cayendo sobre la estatua y derribándola de su pedestal, sin sufrir
graves desperfectos.
Al
día siguiente, el ayuntamiento procedió a retirarla y trasladarla a
un almacén municipal mientras decidía una nueva ubicación.
Los
descendientes del político llevaban un tiempo pidiendo que la
escultura se trasladase a un lugar con más visibilidad, ya que
quedaba semioculta por el monumental ficus, algo a lo que los
descendientes del escultor se oponían, debido a que la obra fue
creada expresamente para ser ubicada en la plaza.
En
abril de 1926, apenas un par de meses después de la muerte de Maura,
el alcalde de Palma, Guillermo Dezcallar Montis, recaudaba fondos a
través de una suscripción popular para erigirle un monumento
conmemorativo. Eligiendo al artista valenciano Mariano Benlliure para
llevar a cabo la obra.
A finales de 1926 Benlliure visitó la isla eligiendo la plaza del Mercat como el mejor emplazamiento para ubicar la escultura. Al año siguiente regresó para concretar algunos aspectos de la obra. Se decidió que estuviera formada por dos cuerpos y se realizara con mármol de las canteras mallorquinas y piedra de Binissalem.
A finales de 1926 Benlliure visitó la isla eligiendo la plaza del Mercat como el mejor emplazamiento para ubicar la escultura. Al año siguiente regresó para concretar algunos aspectos de la obra. Se decidió que estuviera formada por dos cuerpos y se realizara con mármol de las canteras mallorquinas y piedra de Binissalem.
El
resultado fue un conjunto escultórico en forma piramidal, escalonada
en los laterales, a semejanza de las escaleras para subir a la
tribuna de oradores. En el centro se encuentra la estatua en bronce a
tamaño natural de Antoni Maura, representado en mitad de un
discurso. Al pie del monumento encontramos una figura femenina
esculpida en mármol blanco, simbolizando la verdad, en relación a
los principios éticos de su política. En los bocetos de Benlliure
aparecía desnuda como símbolo de la verdad desnuda, pero la
moral de la época no lo permitió siendo tapada con un fino velo,
medio vestida, lo que provocó que en la Palma de la época se
hablara de la verdad a medias. Señala una placa de bronce con
la inscripción Antonio Maura. Igualó con la vida el pensamiento.
En la parte posterior
encontramos un escudo de Mallorca y la inscripción al
preclaro hijo de Mallorca 1853-1925.
En
noviembre de 1929 se instaló en la plaza, cuyo espacio había sido
reordenado por Gaspar Bennàzar para tal fin, inaugurándose con gran
boato en diciembre del mismo año.
Finalmente
el ayuntamiento de Palma decidió que el conjunto no se movería de
la plaza del Mercat y, tras su restauración, Antoni Maura regresará
a su emplazamiento original.