En
el año 377 A.C. Mausolo heredó de su padre, Hecatomno, el gobierno
de la satrapía de Caria en el imperio persa.
Uno
de sus primeros mandatos como gobernante fue el traslado de la
capital de Milasa a Halicarnaso, ciudad que embelleció mediante la
construcción de grandes obras arquitectónicas como nuevas murallas,
mejoras en el mercado y su obra más importante, su tumba.
Mausolo
eligió una zona cerca del centro de la ciudad para su construcción
que se inició en el año 353 A.C., el mismo año de su muerte. Su
esposa y hermana, Artemisia II, se hizo cargo del gobierno y de las
obras, aunque tampoco pudo ver la tumba finalizada, ya que falleció
dos años después que su marido. Algunas fuentes cuentan que los
trabajadores, sabiendo que lo que estaban construyendo era una obra
importante, continuaron trabajando en ella sin cobrar un sueldo hasta
que la acabaron en el año 350 A.C.
De
hecho era tan impresionante que ya en el siglo IV A.C. era
considerada una de las siete maravillas.
Seguía
los modelos de construcciones funerarias propias de la zona de Asia Menor, pero con unas dimensiones extraordinarias. Se conservan los
nombres de los arquitectos que la construyeron Sátiro de Paros y
Piteo y también se sabe que en la decoración escultórica participó
Escopas, uno de los mejores escultores de la época.
Estaba
formada por tres cuerpos, construidos en ladrillo y recubiertos de
mármol proconnesio, lo que hacía que brillase. La cámara
funeraria se encontraba a nivel de suelo, decorada con un relieve que
narraba una amazonomaquia, la lucha entre los héroes griegos y las
amazonas. En el nivel superior se encontraban 36 columnas jónicas
decoradas con grandes estatuas de las que se conservan algunas. Entre
ellas las de un hombre y una mujer que aparecieron sobre la entrada
principal de la tumba, y que se suelen identificar como Mausolo y su
esposa.
La
cúspide de la tumba estaba decorada con una pirámide y en lo alto se encontraba la escultura de una cuádriga tirada por cuatro caballos, se conserva
uno de los caballos.
Era
tan espectacular que los griegos empezaron a llamar a la tumba el
mausoleo, es decir la tumba de Mausolo, y a partir de entonces
este nombre se usó para referirse a un monumento funerario de
extraordinarias dimensiones
Aunque
el edificio fue saqueado varias veces durante la antigüedad, era tan
sólido que permaneció en pie durante toda la Edad Antigua e incluso
la Edad Media. En el siglo XV un terremoto le causó importantes
daños, pero fue en 1522 con la llegada de los caballeros de la orden de Malta que la tumba desapareció.
La
orden se había apoderado de parte del suroeste de la actual Turquía,
incluyendo la ciudad de Halicarnaso, y necesitaban construir una
fortaleza para su defensa, el castillo de San Pedro de Halicarnaso, y
para ello se sirvieron de los materiales del mausoleo. Entre las
paredes del castillo se han encontrado restos de los relieves que
decoraban el mausoleo, el resto se ha perdido ya que era usual
machacar y quemar el mármol de antiguas construcciones para obtener
cal.
Ruinas del Mausoleo de Halicarnaso |