· Delegación del tratado de París (1783-1784), B. West
La
obra debía representar a los delegados de Estados Unidos y Gran
Bretaña que firmaron el tratado de París, que puso fin a la guerra de independencia en septiembre de 1783. Pero debido a la derrota de
su país los delegados británicos se negaron a posar por lo que el
retrato no se pudo terminar.
· Retrato inacabado de Napoleón (1797), J.L. David
Napoleón Bonaparte se negaba a posar para ser retratado, ya que
lo consideraba una gran
pérdida de tiempo. En 1798 Jacques-Louis David
consiguió que posara para
él, pero las tres horas que consiguió que el nervioso e
impaciente Napoleón estuviese quieto, no fueron tiempo suficiente para
poder crear una imagen decente y el artista prefirió no concluir su
obra.
· Madonna
de Manchester (aprox. 1497), Atribuida a Miguel Ángel
Es
una de las tres pinturas realizadas sobre tabla atribuidas a Miguel Ángel, que debió realizarla durante su primer período en Roma.
Por
alguna razón que a día de hoy desconocemos, Miguel Ángel no acabó
la pintura y dejó ciertas áreas sin pintar. El manto negro de la
Virgen estaba destinado a ser pintado con rico lapislázuli y los
ángeles de la izquierda sólo se dejan entrever.
· Retrato
del presidente F. Delano Roosvelt (1945), E. Shoumatoff
El
presidente de los Estados Unidos accedió a posar para la retratista
de moda del momento, Elizabeth Shoumatoff, ante la insistencia de su
amante, Lucy Rutherfurd, durante unas vacaciones.
Durante
su segundo día, mientra posaba para el retrato el presidente
Roosvelt empezó a sentir un dolor agudo en la parte posterior de la
cabeza y se desplomó, murió tres horas después.
· Vista
del Museo del Prado y la Iglesia de San Jerónimo el Real (1871), E. Rosales
En
realidad era el fondo para la obra que llevaría el título de
Entrada del rey Amadeo I de Saboya en Madrid, pero
quedó inacabada debido al efímero reinado de su protagonista.
· Retrato
de Gustave Geffroy (1895), P.
Cezanne
Tras
una favorecedora publicación del crítico de arte Gustave Geffroy en
Le Journal, Cezanne
accedió a pintar un retrato suyo. Pronto se sintió insatisfecho con
el resultado dejando al crítico del arte con una obra inacabada.
A
pesar de estar inacabado el retrato recibió buenas críticas,
sólo se criticó la distorsión de la mesa. Ante
los comentarios negativos
Cezanne confesó haberse basado en un retrato realizado por Degas,
rival de su gran amigo Monet.
Es muy posible que la renuencia a imitar una obra de Degas hiciera
que abandonara el retrato.