Se
construyó entre los años 1555 y 1561, sólo en la época de calor,
por orden del zar Iván el Terrible para
conmemorar la conquista del Kanato de Kazán.
Originalmente
se construyeron nueve pequeñas capillas sobre una base común e
interconectadas por pasillos, dedicadas a cada uno de los santos en
cuyo día el zar ganó una batalla y otra dedicada a la Santísima Trinidad.
Sus
ocho cúpulas, rodeando el chapitel central, formaban en el plano dos
cuadrados superpuestos que recordaban una estrella de ocho puntas. El
ocho simbolizaba el día de la
Resurrección de Cristo.
El
conjunto de la catedral se completaba con un campanario abierto con
tres cúpulas piramidales, en los arcos de los cuales colgaban
campanas.
Iglesia de Kolomenskoye, posible influencia para la catedral de San Basilio |
Se
desconoce la identidad del arquitecto, aunque tradicionalmente se
considera que fueron los maestros Barma y Postnik. Algunos
historiadores han
propuesto que ambos nombres se refieren a la misma
persona, Póstnik Yákovlev, cuyo seudónimo era Iván Yákovlevich
Barma.
Según
la leyenda el zar Iván el Terrible mandó
cegar al arquitecto para que no pudiera volver a construir ningún
otro edificio que superara la catedral.
Aunque
se sabe que Póstnik Yákovlev siguió en activo construyendo la
catedral de la Anunciación y los muros y torres del Kremlin de Kazán.
En
realidad su nombre es catedral del Manto de la Virgen junto al foso, por su ubicación junto al
foso que sirvió de defensa al Kremlin hasta 1813, aunque es más
conocida como catedral de San Basilio
debido a que en 1588 el zar Fiódor I Ivánovich trasladó los restos
del santo a la catedral, construyendo una nueva capilla sobre su
tumba.
San Basilio el Bendito fue
considerado un iluminado por Cristo,
vivía de la caridad y se paseaba desnudo y descalzo, se creía que
hacía milagros y poseía el don de la profecía por lo que era muy
respetado en Rusia.
Se
dice que San Basilio era la única persona de quien el zar Iván el
Terrible tenía miedo.
En
1672 se unió al conjunto una nueva iglesia sobre a tumba de San
Juan.
Durante
la invasión napoleónica, las tropas la usaron como establo para sus
caballos.
En
1812 recibieron la orden de volarla junto al Kremlin, pero una
tormenta inesperada apagó las mechas de los explosivos y se evitó
la destrucción.
En
1918 los comunistas cerraron el templo, fusilaron al párroco,
requisaron los interiores y fundieron las campanas.
Posteriormente
el arquitecto P. Baranovski consiguió salvar la catedral de una
nueva demolición, posteriormente pasó varios años en el Gulag.
En
1923 fue abierta como museo histórico y arquitectónico,
convirtiéndose en una filial del museo Histórico de Moscú.
En
1990 volvió a ser usada como catedral en un acto litúrgico.